El cuerpo también se adapta a las estaciones, y el otoño nos invita a comer distinto. Menos ensaladas frías y más platos que reconfortan, pero ojo: reconfortar no es sinónimo de comida pesada.
Algunos alimentos de temporada que son auténtica gasolina para tu energía:
-
Calabaza: ligera, rica en fibra y vitamina A. Perfecta para cremas calentitas.
-
Castañas: un snack natural que da energía sin excesos.
-
Manzanas y peras: antioxidantes, fáciles de llevar en la mochila.
-
Setas: bajas en calorías y llenas de sabor.
-
Granadas: pequeñas joyas rojas cargadas de antioxidantes.
El truco está en combinar estos alimentos con tu actividad física. Por ejemplo, una crema de calabaza antes de salir a rodar en bici, o unas castañas asadas como premio después de un paseo. Así el cuerpo recibe justo lo que necesita: energía limpia, fácil de digerir y sin bajones.
Comer de temporada no solo es más sano: también es más barato y más sabroso. Y en otoño, el menú natural es un espectáculo.